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Crisis Climática: Los incendios en Israel son solo la punta del iceberg

El presidente Herzog lanza una urgente advertencia: Sin cambios, estos desastres serán nuestra nueva normalidad. ¡Descubre la cifra alarmante de afectaciones!

  • 01/05/2025 • 06:36

Mientras los incendios forestales continúan devastando los alrededores de Jerusalén, el presidente de Israel, Isaac Herzog, ha advertido que la magnitud de este desastre natural es un síntoma claro de la intensificación de la crisis climática. Durante la ceremonia oficial por el Día de la Independencia del país, Herzog dirigió un mensaje contundente: el cambio climático ya no es una amenaza distante, sino una realidad que exige respuestas urgentes y concretas.

Según datos recogidos por medios locales, más de 5.000 hectáreas han sido consumidas por el fuego desde que comenzaron los primeros focos a las afueras de la ciudad, en una región montañosa especialmente vulnerable en épocas de calor y sequía. Los incendios han obligado a evacuar al menos siete comunidades, mientras los servicios de emergencia trabajan sin descanso para contener el avance de las llamas en once localidades.

En su intervención, Herzog agradeció la labor de los bomberos, a quienes calificó como "héroes que arriesgan sus vidas" para proteger a la población y preservar los recursos naturales del país. Sin embargo, fue más allá del reconocimiento puntual y señaló que los recientes eventos deben servir como una llamada de atención frente a los efectos del calentamiento global, instando a la adopción de leyes específicas y estrategias de prevención que fortalezcan la capacidad de respuesta nacional ante fenómenos extremos.

"Estos incendios no son un hecho aislado, sino parte de una tendencia alarmante que se intensifica año tras año", subrayó el mandatario, en un tono grave y reflexivo. En su discurso también hizo referencia a la difícil coyuntura que atraviesa Israel, aludiendo a los ciudadanos que continúan retenidos por Hamás en Gaza, y defendió la necesidad de mantener la unidad nacional por encima de las diferencias políticas.

Las labores de extinción, dirigidas por el Servicio de Bomberos y Rescate de Israel, se han visto reforzadas por la inminente llegada de ocho aeronaves procedentes de Chipre e Italia, en una operación coordinada de asistencia internacional. Más de un centenar de equipos israelíes siguen desplegados en el terreno con el objetivo de evitar que las llamas alcancen zonas habitadas y evitar pérdidas humanas.

El episodio no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad ambiental del país, sino que se enmarca en una tendencia regional preocupante: el aumento de incendios forestales en el Mediterráneo oriental como consecuencia de temperaturas récord, suelos resecos y sistemas ecológicos debilitados. Expertos en política ambiental han advertido que, de no mediar una transformación estructural en la gestión del territorio y la reducción de emisiones contaminantes, este tipo de eventos podrían convertirse en la nueva norma.

Mientras se intenta controlar el desastre en tierra, el mensaje del presidente Herzog resuena como una declaración de intenciones: la independencia y la seguridad de la nación, en el siglo XXI, también dependen de su capacidad para adaptarse a los desafíos ambientales globales.